La pieza establece lazos entre el texto de K. Marx, El XVIII Brumario de Luis Napoleón, y el contexto tunecino posrevolucionario.
Interferencias es un eufemismo para denominar la contrarrevolución, todo aquello que frena el proceso revolucionario. Tomando como punto de partida la Revolución Tunecina, la obra explora los pasos oscuros del proceso revolucionario, que representan un movimiento de retroceso.
La obra hilvana la historia oscilando entre el contexto local tunecino y las dinámicas las revoluciones más abstractas. El trabajo se realizó con la colaboración de figuras clave de la Revolución Tunecina y de la Transición Democrática, que ven cómo sus demandas han sido traicionadas y sustituidas por debates de identidad e intereses económicos.