El proyecto es una homenaje a Jean Rouch y supone una actualización de Moi, un Noir, el documental que el antropólogo francés realizó en 1957. Moi, un noir. Reloaded, aborda el tema clave del film original: La población inmigrada como encarnación de la alteridad. Si bien, el film. Toma como punto de partida la película original, durante todo el proceso de trabajo intenta distanciarse de la misma. No tan solo por el cambio obligado de contexto histórico y geográfico, sino también y precisamente, porque estos así lo exigen. El film original estaba destinado a satisfacer en exclusiva la mirada occidental, siempre ávida y curiosa por adquirir conocimiento sobre la alteridad desde la seguridad de la distancia fílmica. Relaoded intenta minimizar la diferencia cultural y evitar lo exótico, sobretodo en lo referente a la corporeidad, negando así la posibilidad de dominio y placer visual al espectador occidental.
El proyecto ha intentado trabajar para dos miradas simultáneamente y no satisfacer ninguna de ellas. Al espectador occidental se le niega el placer de la seguridad voyeurista, mostrando vidas que no se diferencian de las suyas, enfrentándole así a considerar si como ciudadano, ejerce esa posición de poder que legitima la diferencia cultural como productora de desigualdades. Se insta a los espectadores no occidentales a considerar la colonización como un período histórico no cerrado, que al igual que el capitalismo que lo generó está sufriendo continuas mutaciones, lo que le permite cambiar su superficie manteniendo las dinámicas de dominación y explotación que implica. Les invitamos a considerar que, si bien es cierto que Occidente ofrece la posibilidad de una mejora económica, hay un alto costo emocional y psicológico en ello. Bajo estos supuestos, la película se sumerge en la vida cotidiana de los protagonistas, en sus pensamientos y reflexiones sobre sus experiencias como negros, musulmanes y sujetos inmigrantes en la Europa contemporánea.